Ila Roy es una trabajadora social con los Institutos Nacionales de Salud (NIH) y ella habla con John Rampton de Open to Hope. Roy trabaja en cuidados intensivos y ve a muchos pacientes de Latinoamérica y el Caribe que llegan al instituto a veces porque es su última opción. “Lamentablemente, su condición ya es muy avanzada,” explica Roy cuando Rampton le pregunta que por qué a veces el tratamiento no funciona.
Ser trabajadora social en cuidados intensivos no es nada fácil, comparte Roy. Ella ayuda a los familiares y a veces hasta al mismo paciente (si él/ella es capaz de entender lo que está pasando) en tratar de aceptar lo que viene—muchas veces es la muerte. También trata de ayudar a la familia a recuperarse después de la muerte de un ser querido, para poder continuar y seguir con sus vidas.
Ayuda está en camino
Se sabe hoy en día que muchas personas no saben cómo pedir ayuda cuando están lidiando con una muerte, o posible muerte, de un familiar. Por eso Roy y su equipo no esperan, simplemente llegan a donde están los nuevos ingresos y portan sus servicios desde el inicio. Ella dice, “yo llego para hacer una evaluación. Para averiguar sobre su cultura, sobre sus experiencias, sobre sus necesidades.”
Roy intenta visitar a los pacientes todos los días mientras están en su salón, porque una vez que se pasan a otro salón, ella ya no puede seguir con ellos. Ella nota algo importante, “a veces otro trabajador social no tiene la misma cultura o entendimiento de la cultura Latina.” Es esencial buscar a alguien que entienda de donde viene el paciente, para así poder brindar el mejor servicio posible. Eso es lo que trata de hacer Roy con sus pacientes desde que ella entra en sus vidas. Finalmente, se recalca que los recursos existen a nivel de los hospitales en Estados Unidos, solo hay que pedir la ayuda que uno necesita.